21 de enero de 2009

La Nueva Ideología

El impacto que esta CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL está teniendo sobre las ideologías políticas es, a mi entender, un ataque mortal. Hace algún tiempo algunos preconizaron el llamdo 'Fin de las Ideologías'. Esta idea tuvo tantos defensores como detractores. Ahí siguen peleándose entre ellos. Las ideologías realmente no murieron, ni se acabaron. Fue algo peor.
Las ideologías fueron expulsadas del núcleo del ámbito político. Fueron postergadas, recluidas, incluso violentadas. Pero en esta época de crisis tan dura, esas ideologías ya machacadas han sido heridas de muerte.
En aquellos lugares donde se jactaban notoriamente de ser liberales y donde la economía de mercado era el Absoluto Incondicionado, están comenzando a intervenir para salvarse de una catástrofe de tintes apocalípticos. Y en aquellos lugares donde se jactaban ruidosamente de ser socialdemócratas y donde el progreso y la solidaridasd social eran, además del Absoluto Incondicionado un slogan que abducía literalmente a millones de personas, ahora están inyectando el capital, que era el auténtico progreso del pueblo, a los grandes poderes financieros.
Primero, ese era el papel real de las ideologías: una jactancia pública y notoria a modo de pedigrí; pero que a la hora de la verdad no sirve para nada. Segundo, el dinero, el poder, es la nueva ideología y la 'Realpolitik' su auténtico desarrollo. El 'Fin de las Ideología' no es sino la antesala del 'Inicio de la Ideología'. Y como este tren ha salido pitando sin mirar atrás, a toda velocidad, desbocado, dejando quemada y yerma toda la tierra que deja detrás de sí, muchos se han ido montando en él por miedo a perecer y no poder volver a la poltrona, al despacho o a la cartera. Algunos lo han hecho al apostar al caballo ganador, otros siguen mintiéndose a sí mismos y tratando de manipular a la ciudadanía diciéndoles que no, cuando es un SI, de letra mayúscula. Las Ideologías ya solo las encontramos en los libros de los clásicos y en las vidas privadas de algunas personas. [13-1]

El desplazamiento del ágora

Estamos asistiendo al desplazamiento progresivo e imparable de la vida pública desde la realidad de las calles, plazas y tascas a la virtualidad de internet. La gente habla cada vez menos entre ellas, pero cada vez disputa más con su vecino. Las polaridades aumentan exponencialmente y para evitar conflictos la gente que antes se reunía ahora se evita. Van quedando solo grupúsculos cada vez más alejados.Por contra internet ofrece toda una gama extensísima de formas de interacción lejana y discreta. Al estar físicamente oculto pueden aflorar, y de hecho afloran, muchas características que en 'vivo' están reprimidas. Los propios partidos políticos y los grupos fácticos que tienen detrás se han percatado de ello. También porque ellos, todos sin distinción, han sido grandes culpables de sacar a la gente de la calle. Han sido muy malos ejemplos para las ciudadanías. A la gente de la calle les llega el odio y la gresca entre los partidos y sus líderes, entre los periódicos y demás medios de comunicación y entre los opinólogos de distinto cuño.
Pero como todo en la vida tenemos una cara y una cruz. La web ofrece salida y luz a los que antes no la tenían. Pero también se ha convertido en un arma de manipulación masiva de primer orden. Los medios de comunicación, las multinacionales ya lo sabían y desde hace tiempo han convertido internet en el laboratorio de pruebas más grande del mundo. Ahora son los partidos políticos los que se han encontrado de bruces con el vellocino de oro, y van a por él. [13-1]