14 de febrero de 2009

Que sea la estrategia, y su razón, lo que mueve al hombre en el universo, es una verdad que es imposible de ser aceptada por muchas personas en todos los tiempos.
Porque aceptarla es aceptar previamente que la maquinación y el mal puede habitar dentro de todos y cada uno de nosotros. Ese pensamiento es un auténtico cortocircuito vital en las mentes de mucha gente.
Otros no lo aceptan por haber sido educados en la creencia de que el mal no existe, solo existen las distorsiones psicológicas. Y el mal en su estado puro no entra en sus tablas de mediciones y pesos, no aparece en su catálogo legal.
Luego están los listos que no solo saben de la existencia de esa verdad, sino que la utilizan contra todos los demás en su beneficio propio. Estos son, desde luego, los peores.