20 de febrero de 2009

El debate abierto

Hay un debate abierto de considerable magnitud y calado a cuenta de las penas que habrán de recibir los asesinos de Marta. Los políticos son muy reacios a entrar en debates que no generan ellos mismos o sus periodicos afines. No hay más que mirar lo que hay liado con lo de la Corrupción en Madrid, todo lo que se habla y se escribe y la poca atención que le han prestado al asunto de esta chiquita. A los políticos y sus periodistas de cabecera les gusta revolcarse en la mierda, no salir al mundo de la realidad a ver que pasa. Para ellos lo de Marta entra en la categoría de sucesos; en la importante y excelsa categoría política entra lo de la cacería y el espionaje.
Se pide un endurecimiento de las penas e incluso cadena perpetua para este tipo de delitos. También cambios sustanciales en la ley del menor. Los políticos a lo suyo, poner buena cara para salir bien en la foto. Lo importante es el cabroncete del cazador ministerial furtivo o el presidente valenciano ratero. Y mientras, la ciudadanía jodida hasta las trancas: frustrada por la impotencia de lo sucedido, por el ninguneo de sus representantes y por las debilidades de un sistema judicial lento y perverso. Centrémonos.
1º- Las penas han de cumplirse íntegramente. No tengo claro lo de la cadena perpetua, reconozco que es un debate que tengo abierto conmigo mismo. Es cierto que en otras partes del mundo existe y amanece todos los días; y en otras partes se aplica pero la criminalidad no desciende. Lo que sí tengo claro es que hay que reformar el Régimen Penitenciario. Si te caen 40 años, son 40 años, ni más ni menos. Y eliminar, desde luego, toda las exenciones y todas las comodidades. Cuando se condena se condena, no se le manda al tipo a una especie de campamento de verano en el que si estudias en la UNED o haces ganchillo a la luz de la luna se le quitan días de condena; o que pueda salir de paseo y tener todo tipo de lujo y comodidades en las celdas o que puedan salir a dormir los fines de semana. La justicia ha de tener la sutiliza de la seda, para detectar los matices de los delitos (no todos los crímenes son iguales) las idiosincracias de las personas (no todos los individuos son iguales) y las posibilidades del futuro (hay crímenes y personas que sí pueden tener solución y reinserción otros no), y a la vez ser contundente como un martillo pilón. Esto nos lleva a...
Las víctimas antes que el reo. Este es el punto de partido innegociable de un Estado que se considere de Derecho. Es inaceptable que la reinsercción del preso esté antes que el derecho de justicia de las víctimas. INADMISIBLE. Las víctimas han de ser lo primero. En este caso Marta está muerta y su familia destrozada. Esto es lo primero, y casi lo único. No hay que apelar ni a la Pena de Muerte ni a cárceles de corte cinematográfico (ej Cadena Perpetua o Tranvía de Medianoche). Hay que darle lo que el preso no dio a su víctima: dignidad. Pero sólo eso, ni una ventaja más, ni un premio más, especialmente en estos delitos graves de sangre o de terrorismo. Y en los de índole monetaria, que no salga de la cárcel hasta que no devuelva lo que robo. así de claro y rotundo: si se demuestra que robaste x, vivirás en la carcel hasta que no devuelvas ese x. Esto nos lleva a...
.¿Está la solución dentro del problema? ¿Es posible seguir pensando que la misma sociedad en la que se dan estos crímenes tenga la solución para que paren de tener lugar? ¿Es posible seguir pensando que en una sociedad como la nuestra en la que se disparan los crímenes violentos de este tipo, y donde no se termina el terrorismo, sea posible la reinserción completa y satsisfactoria del condenado? Aquí hay un debate tremendo que los políticos no quieren ni mirar; pero que sirve de atizador. Si opinas que no, a las preguntas de antes, sale uno que se dice progresista y te llama facha y retrógrado; y si dices que sí, sale uno que se hace llama conservador y te llama radical y reaccionario.
[Un momento... una pausa.... Aquí hay que decir que no podemos dar solución a las cosas difíciles con la simplicidad de las frases y calificativos de siempre que ya están manoseados. No queda más remedio que mirar lo que somos, a dónde nos dirigimos y si queremos ser así o ser de otro modo. y sobre todo superar este maldito y cansino maniqueísmo, a sus defensores y a todos aquellos que siguen aprovechándose de él. Si no somos capaces de superar la posguerra, la Transición es una mentira toda ella. Pero sea como fuere, a los tigres y a los leones, a los rojos y a los azules, a los progres y a los neocon, a socialistas y populares... ¡Irse todos al mismo carajo!]
La sociedad debe tener mecanismos de reflexión, debate y crecimiento. La Educación y su reforma es crucial a largo plazo. Pero a corto y medio plazo se necesitan intervenciones sutiles pero contundentes. La Justicia y las Leyes han de ser reformadas en el consenso político, pero también social.