2 de marzo de 2009

¡Arde Troya!

      Después de ver el telediario de la noche mi perspectiva sobre la política actual en nuestro país se afianza: estrategia, sola y únicamente estrategia. La democracia va camino de una leprosería. Aquí ya no hay lugar para las ideologías. Esto es ajedrez puro.
      Para ser sincero no me había dado cuenta. Pero después de ver las noticias esta muy claro. De los cuarteles generales de Ferraz está saliendo una columna de humo, las cabezas de sus estrategas arde febrilmente. Tienen que cuadrar una ecuación difícil, muy difícil. ¿Cómo entran en el gobierno de Euskadi sin salir del de España? o ¿Cómo colocan al Sr. Lopez de Lehendakari sin que salga de Presidente el Sr. Zapatero? En la calle Génova se revuelcan por el suelo.
      Si ZP permite a Patxi negociar con el PP (¡toma moreno! con todo lo que han rajado en el ultimo año del PP) y UPyD (¡tomas más moreno! Rosa Díez ha sido vilmente tratada) para formar gobierno en Euskadi, el PNV retirará su apoyo a ZP en el Congreso. Recordemos que el PNV es el único partido que respalda al Gobierno en los Presupuestos Generales, o sea la pasta, los vascos a apoyan a ZP sólo por la pasta. Ganan Euskadi pero se quedan muy cerca de la calle en España. ¿Elecciones anticipadas para después del verano? Ya veremos...Curioso que esta misma tarde el Sr. Mas de CIU sale a la palestra y lo primero que dice es que no será el salvavidas de nadie. ¡Aviso a navegantes!. A ZP los catalanes le han pegado con la puerta en las narices. Quien lo iba a decir, estos no quieren el dinero (o quieren mucho más claro está).
      El PSOE tiene que orquestar un movimiento estratégico cuasinapoleónico de primera magnitud para salir vivo del embrollo. Ahí están, dale que te pego con la escuadra y el cartabón para ver si son capaces de cuadrar un círculo. El talante de ZP ha sido apalizado en Galicia y la dulce victoria de Euskadi puede convertirse en pura cicuta. La misma cicuta que tiene a los grandes ideales de la democracia al borde del precipicio.
      La verdad es que estos personajes se lo curran un montón, se han currado como nadie que la política sea un subproducto zarrapastroso de la realidad; y se han convertido a ellos mismos, a la clase política, en esos individuos que nadie querría ser de mayor.

Democracia de mínimos (y III)

      En Euskadi tenemos un nuevo mapa político. El partido más votado, el PNV, es posible que no gobierne. Aquí tenemos un problema muy importante: el de la aritmética. El segundo partido más votado (PSOE) puede sumar a su favor los escaños de los otros adversarios (PP y UPyD) y así poder formar gobierno. 
[Es curioso ver como estos políticos que se han dicho perrerías en campaña electoral se vuelven ahora tan modositos en las negociaciones. Otra muestra sangrante de la hipocresía inherente al político actual]
      Ahora vale decir lo mismo que dije antes. Lo de sumar votos de partidos distintos sí vale ahora que les compensa a los perdedores, pero el día que se lo hagan en su contra será algo muy malo. Lo mismo que los ganadores hoy insultan en arameo contra los otros por la trastada que le han hecho, y no se acuerdan cuando ellos hicieron lo mismo. Hipocresía y más hipocresía. Si no quieres que te hagan una mala jugada no la hagas tu antes. Esta es la política y los políticos que tenemos, más parecen unos fulanos malencarados armados con navajas que se buscan para ajustarse las cuentas pendientes.     
      Unos acusan a los otros de no ser verdaderos demócratas al no respetar la lista más votada. Y no les falta razón. Los otros acusan a los unos de no ser demócratas por que no respetan  el sentimiento general de la mayor parte de la ciudadanía. Y no les falta razón. Ambos tiene razón, ambos manipulan. Lo mismo de siempre, problemas diferentes y las mismas respuestas: acusaciones cruzadas de no ser demócratas.
[¡Qué coñazos son estos tíos, los políticos! ¡Todo el día lloriqueando por las esquinas de lo que les han hecho los otros! ¡Son una vergüenza!]
      Y resulta que no hay ninguna ley que recoja ninguno de estos supuestos. En ninguna ley dice que la lista más votada es la que gobierna, tampoco dice lo contrario. ¿Qué es más democrática, una cosa o la otra? Si la lista más votada forma gobierno no podrá sacar ninguna propuesta adelante en el Parlamento ya que le faltaran votos a su favor. estará bloqueado por completo. De la otra forma no habrá bloqueo pero el Presidente no será el ganador.
      ¿Qué es entonces democracia lo que se vota el domingo o lo que se hace a partir del lunes? Esta es la pregunta clave que siguen sin responder. Le dan muchas vueltas, tratan de manipular al trozo de opinión pública que los sigue, pero no dan la cara de verdad.
      Otro grave y claro ejemplo de democracia de mínimos. Una vez más chocamos con  una pésima legislación en lo referente a las cuestiones electorales, llena de imprecisiones y lagunas, también injusticias, que ponen en un brete el reparto de escaños y a las posibilidades de investidura y gestión política.
      Y vemos, sobre todo, a los partidos políticos que padecemos, a sus líderes, que mientras se dan golpes de pecho con la democracia la pisotean vilmente. Esperan a que la aritmética, a que las simples matemáticas, les solucionen el problema. Han hecho de la democracia un jueguecito de sumas y restas de escaños olvidándose del espíritu.
      La democracia es algo más que una máquina y su libro de instrucciones. La democracia tiene corazón. Y ellos lo ha pisoteado una vez más

Democracia de mínimos (II)

      En Galicia tenemos una nueva mayoría absoluta. El PP ha conseguido el número suficiente de escaños para gobernar sin problemas. Aquí tenemos un problema importante: el del rodillo. Ahora ese partido sale del domingo legitimado en las urnas para implantar su política. Tiene carta blanca para hacer y deshacer sin oír a nadie más que a ellos mismos.
      Los otros, lo acusaran ahora de utilizar el rodillo de forma antidemocrática. Les dirán que son unos totalitarios por hacer su política sin contar con un consenso más amplio. Y ya tenemos montado el lío. Y ya tenemos encima de la mesa la típica hipocresia política.
      Cuando el PSOE hace algo es buen talante y cuando lo hace el PP es fascismo. Y esto hay que aclarárselo a la opinión pública. Dejar de tratarla como si fuera estúpida. Cuando tu haces X es maravilloso, pero cuando te lo hacen a ti es malo, muy malo. Los partidos políticos no han aprendido a perder.
      ¿Qué es entonces democracia, lo que se vota el domingo o lo que se hace a partir del lunes? Y tiene que ser siempre lo mismo, no decir que sí cuando conviene y decir no cuando pierdes. Este es el primer ejemplo de democracia de mínimos. Sólo tenemos la forma, sólo tenemos el motor.
      Tenemos una pésima ley electoral. Y luego está la falta de honradez por parte de la clase política. Nadando en el lodo de sus mezquindades e intereses. Unos no son capaces de escuchar y llegar a consensos amplios. Los otros no aceptan los resultados e intentan manipular a la opinión pública acusando a los otros de lo mismo que ellos hicieronen su día.

Democracia de mínimos (I)

    Ayer domingo vivimos un episodio más en esta democracia de mínimos en la que vivimos, y esta vez era uno de cierta importancia: elecciones en Galicia y Euskadi.
    Nos han mostrado, han dejado patente a dos de los grandes problemas que aún hoy acucian a la democracia. El primero, y más grave, el tratamiento que los políticos le dan. A los políticos que padecemos se les llena la boca con su nombre, y no paran de colgarse medallas en su nombre. Pero por detrás se la están cargando. Ayer todo eran parabienes, ¡un triunfo!. Ya hoy se empezaran a escuchar las primeras rajadas.
     A la democracia hay que cuidarla y hacerle mucho caso. Es un delicado rosal al que hay que prestar atenciones constantes. No solamente plantarlo y esperar que la naturaleza sola lo mantenga vivo. Los políticos no la cuidan mucho, hablan mucho de ella sí, pero tras sus palabras hay muy poca labor de cuidado.
     La democracia no es es un trasto muerto y embalsamado. Pero así la tratan los políticos, como si fuera un venerable artefacto mitológico al que hay que reverenciar con fe y temor fanático. La palabra democracia en los políticos es como la palabra dios en los religiosos. Solo demuestra dogmatismo. Y eso tiene que cambiar. La democracia no necesita fanáticos, solo demócratas.
     La democracia es algo vivo y dinámico, que está enraizada dentro de esta civilización, de esta sociedad que también se mueve mucho. Por eso, sin renunciar a sus grandes principios, tiene que moverse con el mundo y con la sociedad. Sacar de ella lo mejor, que sus beneficios reviertan en la soberanía popular, en el demos. Ya olvidaron algunos que el 'demos' de la palabra democracia es el pueblo. Nosotros somos lo central no los políticos y sus partidos.
     Y en la democracia importa tanto la forma como el espíritu. Tienen que estar las dos para que sea una auténtica democracia. Si falla alguno de ambos ya es una democracia de mínimos. Nadie puede imaginar un motor sin la gasolina que lo haga moverse. y nadie querría un bidón de gasolina si no tiene el motor para que lo lleve a donde quiere. La democracia es eso, la unión del motor y de la gasolina. Ahora le pedimos a los conductores que sean prudentes y responsables.