24 de marzo de 2009

Los Hara-Kiri

El seppuku o hara-kiri es el término japonés empleado para denominar un suicidio ritual por desentrañamiento. 

Suenan con estruendo el crujir de las sillas en las tertulias. Asustan las venas hinchadas de los opinólogos dándose de lo lindo en las mismas. El gobierno, y el partido que lo sustenta, acaba de pegarse un tiro en el pie y el arma todavía está humenante. En Génova 13 acaban de pedir otra ronda de mojitos para celebrar el descerebramiento galopante del Presidente del Gobierno.

Esta es la categoría de la clase política que tenemos... ¡tremendo!... uno cualquiera de nosotros, en su trabajo, mete la pata hasta las trancas tal y como lo ha hecho ZP y sus adláteres y te mandan a tomar por saco más pronto que tarde. ¡Impresionate! de nuevo.

A los cerebros de la Presidencia les ha salido una de las peores jugadas de su historia politico-estratégica. Porque hasta los que siempre les apoyan y le baten palmas se están mosqueando. Y eso hoy en día, tal y como están las cosas, da que pensar. Que el grupo PRISA y todos sus allegados estén rajando a mandíbula batiente de lo que hizo el Presi y su Ministra de Defensa es para reflexionar en profundidad. La preocupación enfermiza del Presidente en la cosmética política y en la propaganda más absoluta antes que en el fondo profundo de las cosas le acaba de estallar en la cara. Y ni siquiera sus amigetes de telediario y editorial se lo perdonan. 

Pensaron que podían, en una típica maniobra Blitzkrieg, matar varios pájaros de un tiro: preparar el terreno para pedir al país el envio de tropas a Afganistan para verano sacándolas antes de Kosovo y marcarse una medalla ante Obama, el populismo barato de una decisión buena y bonita que a todo el mundo le gusta como hizo con Irak, la postulación de Chacón como futura Vicepresidenta y del tapado y prestigioso Bernardino León como Ministro de Exteriores, y ya aprovechando el tirón, cambiar a Solbes por otro, seguramente Sebastián para desmarcarse de la parsimonia y la indolencia del dueño de esa cartera ante la mortal crisis económica que vivimos y pertrecharse con nuevos aires antes de las elecciones a Europa, etc... Pero la jugada ha sido un fracaso estrepitoso, más cercano al harakiri político que a la seriedad que se le supone a un país moderno como este. Mi abuela decía que quien mucho abarca poco aprieta.

Y claro está, para ser justos, el partido opositor ya está afilando los cuchillos para trincharle la yugular al gobierno. Y sinceramente, chungo nos va si los partidos de la oposición lo único que saben hacer es trinchar yugulares.