28 de agosto de 2009

El mejor truco del Diablo fue convencer al mundo de que no existe

Hace muchos años, antes de dedicarme a escribir mis propios pensamientos, me dedicaba a recojer las frases y citas de otros. Una de aquellas citas que más me impresionó fue ésta del célebre poeta francés Baudelaire. Ahora que ya tengo voz y pensamiento propios puedo lanzarme con mis propias conclusiones, escuchando buena música

La verdad descabellada frente a la mentira plausible
La verdad susurrada frente a la mentira repetida machaconamente

La verdad que no se quiere frente a la mentira deseada
La verdad de unos pocos frente a la mentira de muchos

La verdad de los débiles frente a la mentira de los Grandes Poderes
La verdad deslabazada frente a la mentira que encaja perfectamente

La verdad desnuda frente a la mentira perfectamente pertrechada
La verdad solitaria frente a la mentira llena de secuaces

La verdad del loco frente a la mentira del sereno
La verdad del puro frente a la mentira de los maquinadores




Los que defienden la mentira usan el parapeto de lo políticamente correcto para taladrar la digindad de sus contrarios. Por eso, los que defienden la verdad sólo pasarán por ser una turba de majaderos amigos de las teorías de la conspiración, gente grosera a la que ignorar o perseguir.