17 de septiembre de 2009

Más cosas curiosas...

La política actual en la que vivimos, dirigida por los partidos políticos y sus respectivos grupos mediáticos de cabecera, ha abandonado por completo a la ciudadanía. Y todavía tienen la desfachatez de azorarse ante la mala opinión que despiertan en la sociedad.
Mientras todos ellos debaten en los grandes foros, lanzándose todo tipo de acusaciones, rasgándose las vestiduras por los insultos recibidos, lamentándose por las acusaciones vertidas, dejan de lado la razón primigenia por la que están donde están, y son lo que son.
La política sirve para gestionar humanidades. La política no nació para que una o varias ideologías se pelearan para dirimir cuál de ellas es la más excelsa y maravillosa. La política no nació para que uno o varios partidos políticos que dicen defender a las de antes se pelearan en todo tipo de medios de comunicación para determinar quién es el nuevo mesías y quién el nuevo diablo. ¡NO!
La política pierde su sentido de ser en estas cuítas y en estas guerras inservibles. La política no puede estar al servicio de los intereses de los partidos políticos, ni de los grupos fácticos que están detrás. La política no está ad maioren gloria del boss de turno. La política ha de estar al servicio de la ciudadanía.
Es inquietante observar, que mientras estos señores desde la élite socioeconómica que los iguala a todos se ocupan de los Grandes Temas, la cotidianidad del día a día en el que vivimos el restante 99% de la humanidad es ninguneada.
El día a día de nosotros es el trabajo, que para muchos ya ni existe. Y tienen muchos que ir a una Oficina a hacer largas colas hacinados, para ser tratados con desagrado por algún funcionario también harto de aguantar responsabilidades que no le competen. ¿Dónde está el político que solucione esto?
El día a día tiene que ver con lo que vives en tu barrio. Y vemos que las calles y plazas de las ciudades están abarrotadas de maquinaria. ¡El mundo entero está en obras! Me parece estupendo que se genere empleo, pero ¿dónde está el político que gestione racionalmente toda esta marabunta?
El día a día tiene que ver con las condiciones de vida primaria y diaria. Y vemos como en el caso de ayer de las inundaciones, con muertos incluidos, que no se habían tomado medidas de protección más evidentes. El clima es jodido, eso es evidente, ¿pero dónde encontraremos al político previsor que se preocupa por los vaivenes climáticos y manda a desatascar las tuberías y las alcantarillas de las calles para minimizar los desastres?
¿Dónde están los políticos que se preocupan por el día a día de la ciudadanía? Ya sabemos donde están los que se ponen medallas, los que salen en las fotos, los que controlan a su secuaces, los que dan entrevistas en las que relatan las maravillas de su ideología y su partido, los que van de víctimas por las malvadas acusaciones del enemigo. A esos que los parta un rayo, por la mitad, puestos a pedir.

Curiosidades de la vida...


La noticia a la que nos lleva este enlace nos muestra cómo desde los grandes partido políticos, esos que dicen representarnos y gobernar el país en nuestro nombre, se impide el libre tránsito de ideas y pensamientos.
Es curiosos observar como, mientras los grandes titulares de la política socialista se escriben con rimbombantes expresiones que denotan casi mesianismo salvífico; el día a día está lleno de polvo y suciedad, como en la casa de sus odiados vecinos del primero, los de la gaviota en la puerta. Si un partido político, que además se llama a sí mismo de izquierdas, progresista y de los trabajadores, se convierte en un gueto dirigido manu militari por dogmáticos infelices y apoltronados, poco o nada queda de político en ese 'partido político'. Porque si hay una característica fundamental en la política, esa es, sin duda, la isonomía, o lo que es lo mismo, la igualdad de derechos y deberes de todos los ciudadanos; lo que engloba muy a pesar de los gerifaltes socialistas, la libertad de expresión y la circulación de ideas y crítica dentro del seno de la organización.