14 de octubre de 2009

Mala Memoria

En 1989 yo tenía 17 años. Ese año fue el de la Caída del Muro de Berlín, el del Premio Nobel de la Paz a su Santidad el Dali Lama y la inauguración de la Pirámide del Louvre. Ese año fue también el de la tercera victoria por mayoría absoluta del PSOE en España. También en ese año, algunos concocieron la existencia de tres empresas tapaderas para la finaciación ilegal del citado partido ganador en su fulgurante campaña electoral (Filesa, Malesa y Time-Export). La cosa es que nadie se percató de aquello. Más aun, en la desbordante alegría de los acontecimientos nadie le prestó atención. La mayoría de la gente estaba más pendiente de leerse una novelita de caballeros y catedrales medievales: Los Pilares de la Tierra de Follet; de un nuevo título del Real Madrid de futbol y de Perico Delgado. Para mi, cinéfilo en ciernes, fue el año del Batman de Burton y de la tercera entrega de Indiana Jones. Por aquel entonces no podía ni ir a votar.
En el caluroso junio de 1991 yo estaba liado con los papeles de la Inscripción para estudiar Enfermería en Cádiz; y en ese mismo mes, la Fiscalía presentó cargos contra 12 altos cargos del PSOE por suspuestos delitos relacionados con la financiación ilegal. Pero ¿qué es esto si lo comparamos con que ese mismo mes el parlamento de Sudáfrica suprimió a perpetuidad el apartheid? Han pasado sólo dos años de la desbordante alegría a la voz de alarma. A estas alturas ya podemos sacar en claro que los políticos ni pueden tener la boca cerrada ni se moriran sin haberse grangeajdo un enemigo que le jure venganza eterna por sus éxitos. Otra cosa: en la cresta de la ola no se está a perpetuidad. Ni lo estuvo el PSOE ni lo estaría luego el PP. La ola te sube y todo es maravilloso y luego la ola te tumba y te jode como si fuera una lerna afilada.
1995 fue un año absolutamente inolvidable para mi. Lo pasé casi en su totalidad viviendo en Las Palmas de Gran Canaria. Allí nos fuimos dos amigos y yo a buscar trabajo de Enfermeros. Guardo un grato recuerdo de las gentes canarias. Es el comienzo de la vida en vivo y en directo: tu trabajo-tu sueldo-tu día a día. También fue el año en el que terminó de instruirse el caso Filesa, que arroja la friolera de 39 imputados por los presuntos delitos de falsedad ideológica en documento mercantil, fiscal, malversación de fondos públicos, apropiación indebida, falsedad en documento público, delito monetario, tráfico de influencias y asociación ilícita. Pero lo más importante que ocurrió aquel año fue la victoria en la Liga del Real Madrid de Valdano, Zamorano y Amavisca y aquel clamoroso 5-0 en el Bernabeu. A estas alturas ya podemos sacar en claro que la política es un auténtico vertedero de porquería. La clase política independientemente de las siglas que diga defender va a lo suyo, a enriquecerse. La diferencia no está en las siglas: están los que los pillan la Justicia y luego están los que no los pillán.
En 1997, en vista de que pasaba más tiempo parado y en casa de mis padres que trabajando, decidí llegarme por la UNED para ver qué narices hacía con tanto aburrimiento. Así nació mi idilio con la Filosofía. Ese año fue el que vio nacer a Dolly, la ovejita clónica. Y el mismo año en que todos morimos un poco con la muerte cruel e injusta de Miguel Angel Blanco, en Ermua. Además Michael Jordan le casca a Utah una canasta al final del partido que le da su 5º anillo. ¡Impresionante! Y sí, el Real Madrid vuelve a ganar la liga de fútbol. Y yo terminé perdidamente enamorado del personaje de Helen Hunt en 'Mejor Imposible'. Además, y por fin, se dicta sentencia en el llamado Caso Filesa. A estas alturas ya podemos sacar en claro que la justica en este país es más lenta que un desfile de cojos (con perdón...).
Durante los años que duró la peripecia ésta de la corrupción de los políticos del PSOE, los susodichos y sus enemigos del PP, se dijeron todo tipo de lindezas, insultos e improperios. No hay nada más venenoso que la lengua afilada de un político con ganas de joder al prójimo. Unos adoptaron el papel de justicieros honrados, como si los políticos del PP nunca hubieran trincado nada o nunca jamás fueran a hacerlo. Los otros tomaron el papel de las pobrecitas víctimas de juicios paralelos, como si fueran unos cándidos angelitos a los que están apaleando públicamente. Y es que en determinados periódicos y cadenas de radio abrían sus portadas y emisiones con todo tipo de datos clamorosos contra los malditos rateros. En los periódicos y cadenas de radio de la competencia, los otros se defendían de tan terribles acusaciones. Era curioso ver como un determinado grupo mediático era el parapeto de los corruptos, y como el otro gran grupo mediático lanzaba a sus periodistas a investigar solamente toda la mierda que el PSOE había guardado bajo las alfombras de la Moncloa. ¿Cuántos enemigos a muerte se crearon en esos días? ¿Cuántas venganzas comenzaron a fraguarse? ¿Cuánto odio y animadversión se generó? La venganza es un plato que se sirve bien frio. Dicho de otro modo: cuando el peor de tus enemigos te hace una afrenta no desesperes porque puede que algún día veas pasar su cadaver frente a tí.
Ahora estamos en el año 2009. El año en el que la Crisis económica está acabando con el tejido familiar de la clase media. El año en que Cristiano Ronaldo se viene al Bernabeu a jugar al futbol. El año de la foto de Zapatero con el galardonado Obama. El año en el que ha comenzado a moverse el Caso Gurtel. ¿En qué año veremos resuelto este caso? Ahora el mismo grupo mediático que antes amparaba rateros es el que manda a sus periodistas solamente a que miren la mierda que suelta el PP en sus cloacas. Ahora son los del PP los que lloran amargamente por sentirse perseguidos y maltratados. Los cuchillos resuenan. Las antiguas vendettas, los antiguos odios, llenos de ira, afloran. Las cuentas pendientes empiezan a solventarse a golpe de cuchillo, en las ruedas de prensa, en las entrevistas, en los telediarios de máxima audiencia. Una vez más ¿Cuántos enemigos a muerte se iran creando en estos días? ¿Cuántas nuevas venganzas comenzaran a nacer?
Los políticos de este país no tiene memoria, no se acuerdan de sus pecados, pero no paran de recordar los males de sus contrarios. No se acuerdan cuando eran sus cuellos los que sangraban y ahora se les inyectan los ojos en odio ante esta nueva carnicería en la que ahora llevan los cuchillos. Y la misma Prensa, la Radio y la Televisión, acantonados ya en grupos mediáticos de apoyo de unos y ataque de otros, son complices de todo este despropósito. Y todos los demás asistiendo a esta orgía de sangre, sudor y lágrimas, somos los espectadores convulsos de una película a medio camino del gore sangriento y los tiroteos de Kitano. Mientras que los políticos y los medios de comunicación que los azuzan no recuperen la memoria, y con ella el sentido común, no habrá paz en esta sociedad.