1 de diciembre de 2009

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/joven/culpo/muerte/hija/novia/Tenerife/recibe/asistencia/medica/elpepusoc/20091130elpepusoc_11/Tes

     Ahora mismo, creo que lo más dificil del mundo es ser Diego. A la pena de ver muerta a su pequeña, al dolor de ver como su pareja y su familia, quizás la suya propia, lo odiaban a muerte, al sentir como la gente de la calle lo despreciaba, al oir como los medios de comunicación lo trataban como un monstruo, al intuir como los políticos afilaban los cuchillos de trinchar pavo pidiendo su cabeza, se sumó una gravísima acusación judicial fundamentada en un terrible parte médico. Terrible primero, por lo que decía, y terrible segundo por lo que mentía. Tuvo que ser la autopsia de la pobre criatura la que arrojase luz sobre la maraña. El pozo negro al que fue arrojado Diego en estos días es muy largo. Va a tenerlo jodido para salir.
     Hay que pensar, mejor dicho, los grandes prohombres de nuestro tiempo tendría que pensar cómo y de qué manera se ha llegado a esta situación tan lamentable; en la que un individuo inocente, por un encadenamiento brutal de errores, y el peso mediático, va a ver como su vida se va al mismo carajo.
     A nuestro ZP, ese gran adalid del progreso humano y social, el gran Mesías salvador de las garras de lo demoníaco, le preguntaría, ¿es el hombre un lobo para el hombre? ¿en que parte de su magno proyecto de la reconstrucción de nuestra sociedad entra situaciones como esta? ¡Vaya! ya no se hacen entrevistas como las de antes. Ahora sólo te entrevistan los amiguetes, primero el Gabilondo y ahora la Mendizabal, que te ponen las preguntas a huevo para quedar hecho un cid con sus respuestas.
     Cosas como estas, que podrían pasarnos a cualquiera, demuestran que esta sociedad tiene un grave problema. El que no quiera verlo es un enfermo optimista