15 de marzo de 2010

La Sabiduría de Irán (II)

LA RELIGIÓN DE ZARATUSTRA

El perfil de lo divino

Zaratustra recibe la revelación de la nueva doctrina del mismísimo Ahura Mazda (Sabio Señor). Al aceptarla, imita el acto primordial del Señor: opta por el bien. La reforma de Zaratustra es pedir a los demás que haga lo que él hace, imitando o siguiendo el ejemplo del Señor. El Ser Supremo ocupa el eje central y lo domina todo: Ahura, Mazda, Ahura Mazda o Mazda Ahura. Los partidarios de Zaratustra se conocerán como mazdeos.
No hay un acuerdo total sobre si el concepto de la divinidad es monoteísta o dualista en Zaratustra, porque hay pasajes en el Asvesta que afirma una y otra forma. Parece cierto que hay un dualismo: existen dos entidades gemelas e igualmente poderosas, el Espíritu Malvado y el Sabio Señor. Esta aparente incoherencia tiene su posible explicación en la evolución del pensamiento de Zaratustra a la hora de hallar una respuesta a la cuestión del mal. Si defiende la idea de un solo dios creador y todopoderoso de una integridad moral infinita han de quedar fuera los aspectos negativos. No obstante Zaratustra tuvo que reparar en que tenía que dar algún tipo de explicación al mal, moral y físico. Y esto no lo podía hacer solamente con un único dios.
Ahura Mazda (Ohrmazd en la forma tardía) es el artífice de todo cuanto existe, y su actuación sobre el universo en continua y benéfica. Lo acompañan siete seres semi-divinos llamados Amesha Spentas (santos inmortales):
- Spenta Manyu (Espíritu Santo)
                                                      - Sarvatat (Buena salud)
- Asha Vahista(Justicia o Rectitud)
                                                      - Amretat (Inmortalida
- Vohu Manah (Buen Pensamiento)
                                                      - Armaiti (Devoción)
- Ksharta (Imperio)

En radical oposición está el principio del mal con sus secuaces: los daevas o demonios. El gran oponente de Ahura Mazda es Angra Mainyu (Ahriman es la forma tardía) o Espíritu maligno y junto a él:
- Druj (Mentira) Es Angra Mainyu el hermano gemelo de Spenta.
- Aka Manah (Mal Sentir)
- Aeshma (Rabia)
     La maldad de estos colaboradores es consecuencia de una elección completamente libre. Se establece por tanto, una lucha entre la muerte y la vida, el caos contra el orden, la falsedad contra la verdad, el salvajismo contra la civilización.

     La ética
     Lo mismo que para el mundo material ha creado las leyes de la naturaleza, el sabio Señor ha establecido para los hombres una obligación ética, una ley para los suyos y para su reino: el hombre debe decidirse por el reino del Sabio Señor y luchar por él en la tierra. El ser humano dispone de libertad y esto le permite elegir. De ahí que en la tierra los seres humanos estén divididos en dos grandes secciones opuestas e irreconciliables entre sí y puedan ser miembros de grupos en pugna. Para Zaratustra, todas aquellas cosas que favorecen la destrucción y la muerte están al servicio de las entidades malvadas; por el contrario, todo lo que tenga que ver con el amor a la casa y a las tierras, el respeto a los animales útiles a la economía doméstica, está en armonía con el sabio Señor. Zaratustra refleja en su reforma la doctrina de la responsabilidad personal y la necesidad de rendir cuentas, ideas ambas que constituyen la estructura de su ideología moral.

     Cosmogonía
    El artífice del cielo y de la tierra no es otro que Ahura Mazda, también del tiempo. En un segundo momento se produce la elección hecha por los Espíritus gemelos entre el bien y el mal, la vida y la muerte, etc., seguida por otra decisión semejante que hacen los daevas y el ser humano. En un tercer momento que viene señalado por una especie de contrato social en que el ser humano y el toro se comprometen mutuamente bajo la dirección de Zaratustra y de un dirigente misericordioso aún por venir.

Sacrificios, rituales y magia
Los tres factores básicos del sacrificio iranio eran el haoma, el fuego y la sangre. Tenían la creencia de que la  ingestión del brebaje transformaba al sujeto en una especie de divinidad inmortal. Según la leyenda, este haoma fue sustraído a las divinidades y entregado a la humanidad. Su absorción provocaba una especie de embriaguez o de trance extático.
Zaratustra reprobaba el sacrificio de víctimas animales y los encantamientos del haoma. Esos dos aspectos de la religión de sus padres son estrechamente solidarios y deberían ser rechazados a un tiempo para que tenga lugar el Buen Orden político y religioso en el que los individuos puedan consagrarse pacíficamente a la cría de su ganado mientras adoran al Dios único. Esta última recomendación comporta el rechazo de todas las deidades del panteón indio-iranio, convertidas en deidades malignas.
En el zoroastrismo posterior, la misión más importante de los sacerdotes es el culto del fuego. En la época sasánida se establece una clara jerarquía de fuegos: Farnbag o fuego de los sacerdotes, Gushnasp o fuego de los guerreros, Burzen Mihr o fuego de los agricultores. Y en el Avesta: Berezisavab o fuego del Señor, Vohufryana o del cuerpo de los hombres, Urvazista o fuego de las plantas, Vazista y Spenista o del trabajo.
La magia fue formalmente condenada por el zoroastrismo, que trataba como criminales a brujos y hechiceros. Y aunque los griegos consideraban a Zoroastro como un astrólogo lo cierto es que la astrología está ausente del Avesta.
Viaje del alma después de la muerte
La muerte no supone el aniquilamiento del ser humano; sólo constituye un tránsito, al cual sigue la rendición de cuentas por las acciones llevadas a cabo en vida y el inicio de la nueva vida, dichosa y o infeliz. Todos los actos del ser humano quedan registrados. Cuando el fallecido abandona la vida y pasa al más allá, ha de atravesar el puente Chinvat, que une este mundo con el más allá. A través de este puente el alma del justo pasará al reino de Ahura Mazda, y Zaratustra promete hacer pasar consigo a cualquier persona que haya escuchado sus enseñanzas.
En épocas posteriores se representa el juicio de la persona, íntegra o impía, delante de tres juicios: Mitra, Rashnu que es el que sostiene la balanza y Sraosha. Concluido el juicio el alma debe atravesar el puente y éste se comporta de forma diferente según quien pase: se hace espacioso para el alma buena que llega al reino de la luz, y se convierte en el filo de una navaja para el réprobo cayendo al abismo infernal.
Pero este juicio no representa para el ser humano el acto final de su trayectoria en el mundo. En la última etapa de la edad cósmica, todas las almas serán revestidas de nuevo de sus cuerpos y formarán parte en la lucha final entre los dos grandes principios, que finalizará con la victoria del bien. El universo será renovado y purificado, y las almas serán sometidas a la prueba de fuego. El principio del mal y su cohorte perecerán en el último combate.
El Mazdeísmo
Como ocurrió otras veces en la larga historia de las religiones, los seguidores de Zoroastro complicaron, más bien modificaron, y mucho, el pensamiento de su Maestro. Los espíritus gemelos primigenios se convierten en dos dioses opuestos: Ormuz, o el bien (antes Ahura Mazda) y Ahrimán, o el mal (antes Angra Mainyu). Ambos son igual de poderosos, con otros seres, animales y hombres, a ellos sometidos en conflicto eterno. A partir de entonces comenzó a llamarse Mazdeísmo (que ejerció muy notable influencia en el judaísmo –y seguramente sobre el cristianismo posterior - durante el cautiverio en Babilonia). Durante siglos se mantuvo como religión mayoritaria en todo el Oriente Medio, hasta la llegada del Islam que persiguió con violencia a sus seguidores. A partir del s. VIII los pocos que quedaron pasaron a la India, donde se les comenzó a conocer como Parsis (los pobladores de Pars, la Persia antigua). Se establecieron en la zona de Bombay, lugar que aun hoy, en la actualidad, sigue siendo su centro más importante.

4. EL LEGADO DE IRÁN
Existe una profunda influencia de la doctrina de Zaratustra en el mundo hebreo, tal y como reflejan E.O. James y Masson-Oursel en sus estudios de historia de la religión. La dualidad de fuerzas cósmicas y su consiguiente angeología y demonología, pero sobre todo, en la escatología vemos enormes influencias sobre las grandes religiones monoteístas posteriores.
Importantes filósofos como Pico della Mirandola o Montesquieu fueron seducidos por la figura del reformador iranio. Mozart le dedicó uno de sus personajes en ‘La flauta mágica’ y Julio Verne habla de los parsis en su obra ‘La vuelta al mundo en 80 días’. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche llamó Zaratustra al personaje central de su obra más importante. Y R. Strauss dio el mismo nombre a una de sus más bellas composiciones.

5. LOS PARSIS EN LA ACTUALIDAD
Los seguidores de la religión nacional de Irán (o Persia) son conocidos bajo diversos nombres: parsis, que quiere decir persas y que toman en la India y Pakistán; mazdeístas, por el nombre de su divinidad suprema, Ahura Mazda, o zoroastrianos, por la importancia que tiene el reformador Zarathustra (o Zoroastro, como le denominaron los grie­gos antiguos), en la conformación de la religión. Se trata en la actualidad de una de las religiones más minoritarias, sus seguidores se concentran en la India, donde bajo la colonia británica tuvieron una posición de privilegio, y donde superan en poco los 100.000; quedan minorías en Irán, donde los cálculos más optimistas los sitúan en tor­no a 30.000, y grupos aún menos numerosos en Pakistán, donde no deben superar los 10.000, y en Sri Lanka, donde alcanzan los 2.500, a añadir a pequeñas comunidades en Europa, especialmente en Gran Bretaña, y en América.
Sus lugares del culto, denominados templos del fuego, están centrados en altares en los que siempre está presente ese elemento que asocian con la perfección y la inmor­talidad y los establecen cuando hay una comunidad im­portante. En algunos casos construyen las denominadas torres del silencio, estructuras circulares donde se aban­donan los cadáveres de los parsis muertos para que los devoren los pájaros carroñeros y no contaminen la tierra o el fuego. Pero para la mayoría de los mazdeístas es el cul­to privado, la religión transmitida en el seno de la familia, el componente principal en la actualidad, en los casos en los que no se ha producido el abandono de la práctica re­ligiosa, común en estas comunidades, que aceptaron muy pronto los valores de la modernidad.


BIBLIOGRAFÍA:
Sabidurías Orientales de la Antigüedad. María Teresa Román. Alianza Editorial.
Historia de la filosofía 1. El pensamiento arcaico. Jesús Mosterín. Alianza Editorial [Págs. 139 – 146]
Historia de las religiones. E.O. James Alianza Editorial [Págs. 124 – 135]
Breve historia de las religiones. Fco. Diez de Velasco. Alianza Editorial. [Págs. 129 – 132]