16 de junio de 2010

Ni al arco iris

Hoy es uno de esos días en los que no se le mete un gol ni al arco iris. La Selección Española de fútbol acaba de regresar a su pasado más sombrío y trágico, ese que queda tan bien retratado con el refrán, 'jugamos como nunca y perdimos como siempre'.
El tan aclamado y vitoreado juego de tiqui-taca, de toque y control, el de los pequeñitos, es una auténtica milonga si tus atacantes están con amnesia frente al gol, y el equipo contrario es un portento de derroche físico, auténtico vulevu chao chao hispano (como me ha recordado el partido de hoy al Barca-Inter de hace meses). Y para colmo las dos únicas oportunidades serias de verdad tu defensa se marchita cual rosa frente al crudo invierno. ¡Qué bien hemos comenzado!
Hoy ser suizo debe ser la caña. Pero el partido de hoy puede suponer un auténtico salto de cualitativo en ese fútbol. El tal Hitzfeld, perro viejo y campeón de Europa con dos equipos alemanes, Borussia y Bayern, ¡que no se olvide!, ha planteado el partido pensando en la única posibilidad de las 20 posibles en las que podía ganar y al tío la tocado la bola ganadora. 
Ahora comenzamos en España con las cabalas de que hay ganar lo que queda y por goledadas para tener ventaja en el gol average y esperar que Chile le gane a Suiza (que después de esto irán como una moto) par poder quedar segunda y tener que jugar con brasil en cuartos. 
¡Que verano más largo le queda a Zapatero si encima de la que está liando en España, la Selección se vuelve eliminada a las primeras de cambio! ¡Tremendo!