6 de abril de 2011

Nepote

   Estamos en el S. V d.C., el Imperio Romano estaba dando sus últimas arcadas, vamos, que le faltaban dos telediarios para irse al garete. Como ustedes sabrán (los que hayan estudiado Historia en el BUP y el COU) Roma para esas fechas ya estaba dividida en dos Imperios: Oriente con capital en Bizancio (actual Estambul) y Roma (actual WC de Berlusconi). La parte oriental era más poderosa que la occidental (de hecho duró hasta bien entrado el S. XV) y en gran parte la controlaba, aunque había muchos roces y conflictos entre ambas; con todos los reinos ¿bárbaros? dando por saco por los alrededores.   
   Hete aquí, que en uno de estos conflictos entre occidentales y orientales, entre rojos y azules, entre gaviotas y claveles (pasan los siglos y la cosa no cambia ¡eh!) un tal Flavio Julio ayudó a Leon I, Emperador de Oriente a cargarse a Glicerio (¡qué cosa.. cómo ponían los nombres los romanos!) a la sazón Emperador de Occidente. Como premio a sus habilidades el oriental nombró a Flavio emperador de Roma. Aquello le duró poco, ya saben, ¡quién a hierro mata a hierro muere!; y al año siguiente otro patricio romano, llamado Orestes, derrocó a nuestro Flavio y colocó a su hijo en el trono: Rómulo Augústulo. Por si no se acuerdan es conocido como el último emperador romano. A Flavio le dieron la patada, pero su jefe, el León I no le gustó aquello y lo siguió reconociendo como legítimo Emperador. El Flavio era tan güena gente que su propios soldados se lo cargaron en el 480. Hasta aquí podemos leer, una batallita más de las bondades del ser humano. 
   Lo que llama la atención es el apodo que tenía nuestro Flavio Julio: Nepote. La raíz nepo en latín es fantástica. Nepos, nepotis que significa nieto; neptis, neptis que significa nieta; nepotes, nepotum que significa descendientes familiares. Pero como cualquier palabra además, tiene un sentido figurado que no viene por arte de magia sino por relación al significado primigenio. Por eso nepos, nepotis significa derrochador, nepotatio, nepotationis significa lujo y hace referencia al que dilapida grandes fortunas o hace ostentación de ellas. La etimología es una ciencia preciosa y magnífica, ¡verdad!. 
   De ahí viene el NEPOTISMO, el favoritismo para con los parientes. Y los romanos eran unos hachas calando a la gente con solo ponerle la vista encima, por eso colocaban al final del nombre un apodo o mote (cognomen) por el que eran conocidos. Nuestro Flavio Julio era el Nepote, 'el sobrino'. Así que Julito pertenecía a una noble y rancia estirpe de... ¡enchufados! Mira que los romanos eran gente seria y con la cabeza bien amueblada que lo hacían todo envarados por el orto, pero incluso allí, entre tanta seriedad había enchufismo por un tubo, tanto como para llegar a ser Emperador. ¡No era nadie el sobrino! (primo no, los primos somos los demás).
   La Historia del pasado nos enseña cómo funciona algunos de los entresijos del presente. Lo que ocurre es que de ella sólo aprendemos unos cuantos que no pintamos nada en el mundo, a lo sumo escribir batallitas en un blog. Otros, los nietos, los sobrinos, los hijos e hijas siguen chupando del bote y haciendo auténticas fortunas gracias a sus abuelos, tíos y padres. Y por desgracia en la Bética (provincia romana desde hace siglos) hay mucho nepote suelto, demasiados, tantos que parece que no hay más que nepotes, tantos que ya empiezan a pelearse entre ellos.
   Llegamos al 2011, el año del descubrimiento. España está empezando a descubrir a Andalucía, la política que se lleva haciendo desde hace décadas en Andalucía, un monumento a Nepote, aquel efímero Emperador de Roma. Y lo que aquí llevamos viviendo y sufriendo décadas, hasta el punto que lo vivimos con la mayor de la normalidades, como el buen clima o el viento de Levante, ahora empieza a ser conocido en el resto de Hispania. Y claro están alucinando.


[Los datos las voces latinas se han extraído del Diccionario por raíces del Latín y de las voces derivadas. Santiago Segura Munguía. Universidad de Deusto 2007 Bilbao] [Para lo de Nepote hay donde elegir, a mi me gusta Historia de Roma de Indro Montanelli DeBolsillo 2003 Barcelona