9 de abril de 2011

Tablero de juego. Semana 31

   Una semana más. Todo sigue igual, esta calma tempestuosa en la que nada parece lo mismo porque todo es igual: más corrupción, más peleas e insultos, más cizaña en los medios, más, más, más... Y sobre todo, más datos económicos sonrojantes para la inoperancia de unos y la pasividad de otros.
   La campaña electoral se acerca y el hedor ya tira para atrás. Por lo general las campañas electorales son espectáculos muy cercanos al vodevil, con poco churumo y mucha algarabía de consumo interno. Mucho gasto de dinero para no convencer a nadie más que no sea un devoto zombi de los tuyos. La idiocia de unos se acrecienta por la mezquindad de otros. Se ha perdido la costumbre de educar al pueblo, ahora se le jalea y se le arroja al esperpento. Pero el cúmulo de ocho años ocho de cuentas pendientes, de vendettas sin solucionar, nos va a enseñar, una vez más, la cara de la cruda realidad. 
   Estos señores, nuestros representantes, con sus chaquetas y corbatas de postín, sus pelucos de los caros, se van a despellejar vivos unos a otros. No van a escatimar insultos, no se van a dejar improperios en el tintero. Una andanada tras otras, navajazos y escupitajos a diestro y siniestro. ¡Eso es! encontré lo que buscaba, ¡qué siniestra es la vida política que nos envuelve!