2 de mayo de 2011

Bin Laden está muerto.

   No es un rumor, ni el guión de una película de acción. Es verdad, ha ocurrido. Diez años después del 11S, los Navy Seal del Ejercito Americano lo han abatido en Pakistán. Un círculo se cierra,otros se irán abriendo poco a poco tras esto. La vida emulando a la ficción sigue siendo más efectista que la ficción emulando a la vida.     
   Ahora hay mucha rumorología: algunas fuentes apuntan a que arrojaron el cuerpo al mar quedándose con muestras de ADN, otras que el ejercito se ha quedado con el cuerpo, otras que el muerto no es Laden, etc. Sea como fuere el propio presidente, Barack Obama ha dado la rueda de prensa anunciando el evento, así que es evidente que esto va en serio.El pueblo americano está jubiloso. El impacto psicológico de esta 'victoria', a priori, parece tremendo y afectará no solo a la vida cotidiana de millones de personas, también a la economía maltrecha del país (la gente en USA celebra las cosas consumiendo mucho más) y al propio ejército americano (incluidos los servicios secretos) que se apunta un tanto importante. 
   Los detalles irán saliendo con cuentagotas en los siguientes días. Dentro de algún tiempo se escribirán libros conspiranoicos de todo esto y sabremos por ejemplo quién fue el topo que descubrió donde estaba el terrorista; y Spielberg terminará haciendo una película contando lo que esta noche ha ocurrido.
   Lo que venga vendrá, pero esto que ha pasado ya es HISTORIA. Aquí dejo pegados algunos jirones de la misma.

   He realizado capturas de pantalla de algunos periódicos y cadenas de TV de USA. Esto nos atañe a todos, pero a ellos no sólo le atañe, es parte nuclear de su nueva vida. Este hombre, este asesino en masa, sus actos y su impronta sobre la mente de otros mucho descerebrados como él mismo, marcó el camino que habría de seguir todo un Imperio, y no por algo bueno, sino para darle caza. Ya es una desgracia que mueran tantos inocentes, pero mayor aun que los designios de todo un pueblo, de una civilización se modifiquen con tanta fuerza por los actos malvados de un solo sujeto y su poder de manipulación sobre otros más débiles. ¡A ver qué pasa ahora...! El juego no acaba nunca... lo saben verdad.