10 de agosto de 2011

   "La vida de todos parece ser una perpetua huida, acuciados por la imaginación, que va siempre a la descubierta indicando el camino a seguir.
   Acaso entre los millones de huidas vulgares cotidianas hay, de tarde en tarde, algunas geniales. Una novela, una sinfonía, un poema o un sistema filosófico pueden ser muy hermosos, pero a la postre son la manera brillante de fugarse de ciertos hombres dotados. 
  En definitiva, el hombre, animal fugitivo: homo profugus.
  Pero, a la vez, se nos va el tiempo esperando no se sabe qué".