El uno y su contrario conviven en el día a día de lo posmoderno. Una misma raíz puede aportar dos valencias diametralmente opuestas:
1º- Integrista e Integradora. Los diferentes, los distintos tratan de unirse, de compartirse y enriquecerse, de confraternizar, de hacer fratria o hermandad. De aportarse mutuamente los unos a los otros, y los otros a los unos, para que teniendo elementos el uno del otro y el otro del uno puedan dejar de ser extraños, enemigos. Y están los dos abiertos, expuestos el uno al otro y el otro al uno, y no hay secretos, ni malos entendidos. La verdad integradora tiene que ver con lo abierto, con lo compartido, con lo hermanado. Frente a ésta, de la misma raíz, de la misma Madre, surge el monopolio y la posesión de lo que sea, especialmente de la Verdad. Y tras esa, llega la separación, la diferenciación del que no posee ese lo que sea, y que se convierte en un otro menor, pervertido, insuficiente, incapaz, no digno de estar presente junto al dueño y señor de lo que sea. Es el cierre, la delimitación con fronteras obtusas del uno contra el otro. Y lo que sea se convierte en secreto que unos han de guardar y los otros han de violentar. Es el fanatismo de la Verdad Absoluta, que ha estado presente desde hace mucho, en muchos lugares, y que ha convencido a mucha gente a lo largo de la historia.
2ª- Inquisicional e inquisitivo. Buscamos la verdad, por lo menos, buscamos respuestas a algunas de nuestras preguntas. Queremos saber, queremos entender, queremos comprender lo que somos, lo que hacemos, cómo vivimos. Algunos somos diligentes en nuestras pesquisas, afilamos a conciencia nuestra herramienta de trabajo: la curiosidad. Pretendemos que nuestro filo pueda cortar el pastel de la realidad y mostrarnos su interior. Nos hacemos preguntas, cuestionamos a los sabios por nuestras cuitas, criticamos, investigamos, indagamos. Frente a ésta, de la misma raíz, de la misma Madre, están los que ya poseen la Verdad, los que ya saben todo lo que puede llegar a saberse. Los que van a imponer a los otros pobres que viven en la oscuridad su pretendida luz verdadera. Y no dudaran en utilizar medios violentos para que reine su visión de las cosas. Estos, también han estado presente desde hace mucho, en muchos lugares, y han amedrentado a mucha gente a lo largo de la historia.
3ª- Compartimentada y compartida. Dar y recibir, dividir algo en partes de modo y manera que, en el fondo, se multiplica. Facilitar algo al que tiene poco o nada de ese algo. Y el que mucho tiene de algo se descarga de ese algo porque recibe otro algo a cambio, con lo que no pierde sino que se enriquece. De nuevo, una apertura, una hermandad, ruptura de límites y fronteras; y una vez más, frente a ésta, de la misma raíz, de la misma Madre, su contrario. El que se cierra, el que se encierra en un reducto inexpugnable, el que se delimita, y por tanto limita y se castra a sí mismo y a todos los demás.
