28 de julio de 2012

Reflexiones patibularias 2

II

Nadie es nadie para nadie. Nadie es nadie sin todos los demás. Es la eterna tensión entre uno mismo y los demás, en el plano personal (psicológico) y colectivo (político). Cuánto nos gustaría ser independientes y autárquicos, no depender de nada ni de nadie. Cuánto nos gustaría vivir en armonía y complementariedad, en común unión con el resto del mundo. Queremos una cosa y la contraria, necesitamos ambas. Así es nuestra existencia entre el monólogo y el diálogo.