27 de agosto de 2012

¿En qué clase de realidad creemos que vivimos?




Esto pasó de verdad... lo vimos todos... fuera un ataque terrorista o una conspiración, lo que está claro es aquello se cayó, las Torres se vinieron abajo y el mundo cambió para siempre. Si lo hubiéramos visto en una película diríamos que los americanos eran muy exagerados.

'Juego de patriotas' es del año 1992. Es una película de espionaje, con actor estrella, basada en una novela de éxito. En una de las escenas clave del film descubren la localización del campamento de los terroristas irlandeses. Allí en medio del desierto del Sahara, en un campamento de casetas de lona, un satélite comienza a hacer un zoom hasta llegar a casi un primer plano del escote de una de  las terroristas. La lógica es, ¿una mujer con escote en un país islámico? Al final aciertan y aquel era el campamento de los malos. Todavía recuerdo que alguien me dijo aquel día viendo la película que menudo rollazo, que eso no podía ser cierto, que estaba cogido por los pelos, que aquello era una mentira de la película y que no era posible.
No muchos tiempo después tenemos esto en los ordenadores de casa...


[Mi barrio... puedo ver hasta el patio de mi casa...]

¡¡¡ Imagínate lo que puede hacer un programa con buena resolución¡¡¡

Hay muchas cosas que ocurren en la realidad que vivimos y que aun pasando de verdad nos parece mentira, o una exageración. Nos cuesta deshacernos de cierta ingenuidad infantil de querer vivir en un mundo manejable, donde no existen ni monstruos ni sucesos monstruosos. Parece que queremos vivir en un mundo de mentira en el que veamos en el cine y la televisión, de modo controlado, las cosas raras y duras. Y no es cierto. El mundo, por desgracia está lleno de monstruos que hacen cosas monstruosas. Ya pasó el tiempo de seguir manteniendo aquella escusa, tan socorrida, de esas cosas solo pasan en América. Los americanos, ellos sí que son los raros, los violentos, los locos. Los casos de Sandra Palo, Marta del Castillo, y los Niños de Córdoba, nos dicen que aquí en nuestro país de pandereta y 'güena jente' ya hay personas muy chungas haciendo el cafre. Y no es un capítulo de CSI, NCIS, Mentes Criminales o algo así; es en el programa matutino de la Quintana y la Griso. Y es un Pepito Perez de la vida el que ha realizado tan dantescos hechos.
'Citizen X' es del año 1994. Por cierto, aquella la vi con mi amigo Dani y nos gustó mucho. Está basada en sucesos que ocurrieron realmente en los años 70 si mal no recuerdo. Resulta que en la Rusia todavía comunista, un policía se pega años investigando un montón de muertes de características similares. El hombre sabía que aquello era cosa de un asesino en serie, de un psicópata que iba cargándose a un tipo similar de personas. Le pusieron todo tipo de trabas en el caso porque en la Gran Madre Rusia, garante del comunismo del pueblo, esas cosas no pasaban. Los enfermos mentales asesinos y criminales eran como la Coca Cola y el Burger King, una cosa de occidentales, de los capitalistas y su mundo enfermizo. ¡Toma, argumento!
Que no nos pase como aquellos idiotas. Hay que madurar y hacerse mayores, aprender a vivir con nuestros miedos. Sigue valiendo el viejo adagio: Prevenir antes que curar. Hemos de hacernos cargo de nuestros propios fantasmas, de que entre nosotros hay gente capaz de hacer cosas malas y dañinas. No se trata tampoco de irse al otro extremo y que cunda el pánico. Por eso es tan difícil, porque hay que buscar el punto intermedio. Y de ese nunca hacen películas ni series.