16 de noviembre de 2012

Reflexiones patibularias 39

XXXIX

Lo que late en las mentes de los políticos da miedo de verdad.
Tanto de un partido como de otro, cuando ocupan los gobiernos y ocurre algo de trascendencia social, y la gente clama por un cambio, sale la frase: 'No se puede legislar en caliente'. Luego siguen farfullando con mucho bla, bla, bla.
Se me ocurren un buen número de casos en las últimas décadas. Y no le hacen ni puñetero caso a la ciudadanía. Ayer, tras un puñado de días, a prisa y corriendo, sacan un Decreto para atajar el grave asunto de los desahucios. Y que no se me entienda mal, que esto no va en contra de los que están en ese filo de la navaja. Un Decreto que no deja contento ni a tirios ni a troyanos, que unos ven excesivo y otros escaso. 
La cuestión es que lo han hecho, punto pelota. Ahora hay que esperar al trámite parlamentario para el pulimentado final. Se pondrán las medallas al valor, por la gran gesta realizada, por la enorme epopeya resuelta y a seguir jodiendo, que es lo suyo. Y en caliente... por el acojone tan bestial que tienen, ya que otra oleada de suicidios y tragedias personales sí que incendiaría la opinión pública, sería un tsunami que les haría pupa de verdad. Lo hacen por miedo, es el temor lo que mueve sus mentes ruines y mezquinas. Conciencia no, esa la mataron al aceptar el acta de diputado y todos los demás privilegios.