5 de marzo de 2013

Es cierto... la noche es muy oscura.


No hay épica, no hay buenos ni héroes maravillosos, no hay espectáculo ni escenas de acción apabullantes, no hay divertimento ni efectos especiales....
Encontramos torturas y muerte, un odio atroz que combate a otro odio atroz, encontramos a los malos y a los peores, encontramos la tenacidad más radical y el vacío posterior, [la metáfora final del avión vacío que lleva a Maya, la pelirroja a casa es clara y contundente]. Es difícil decir que te gusta una película cuando te deja tal desazón en la cabeza... seguramente por eso es un acierto, porque consigue lo que busca.
Descarnada y directa, simplona, sin ambages ni distracciones, el tono documental, las etiquetas informativas, los actores muy poco conocidos, la casi total ausencia de música, dejan todo el foco puesto en los 'hechos' de la trama para que el horror llegue al salón de nuestra de casa y se quede allí con nosotros un puñado de horas... rumiando en nuestra conciencia interior cuánto daño nos hacemos los unos a los otros, y cuántas barbaridades se hacen por ahí fuera, en secreto, sin que nadie las sepa... 

PD: Ahora me toca ponerme con 'Argo'.