29 de abril de 2015

¿Cómo no van a existir políticos como Esperanza Aguirre?

Reflexiones Patibularias 90

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La Sociedad y los políticos están interconectados. Los políticos que votamos no vienen de Marte, salen de los mismos sitios en los que vivimos los demás. 
Me pregunto: ¿Qué chorro o corriente de influencias es más fuerte, la que va de los políticos a la sociedad o la que va de la sociedad a los políticos? ¿Influyen más los políticos en la gente, o la gente en los políticos?
Me lo pregunto viendo la pretensión de Esperanza Aguirre sobre los sin-techo de Madrid. Uno la escucha decir eso -así tan pancha- y piensa, automáticamente, "a esta tía la dado un ictus y el cerebro lo tiene con falta de riego". Desde el punto de vista estratégico parece un error, además, porque los partidos contrarios se le van a lanzar a la yugular por tales declaraciones desalmadas e injustas. Lo parece pero no lo es: un error estratégico político digo. 
[Estamos ante una de las personas más denostadas del país. Pero, me parece a mí, que a esta señora la denosten e injurien se la trae al pairo. Creo que su estrategia es, precisamente, esa: ofrecerse como saco de arena o muñeco de vudú para que todo el que quiera se desahogue con ella y enriquezca el libro de los insultos patrio, ya de por sí rico. Entiendo, a nivel personal, que la táctica del insulto y la vejación con denuedo no sirve con esta pájara. Lo suyo, lo más efectivo creo, sería el silencio total y absoluto sobre su persona y sus exabruptos. Pero claro, lo que a uno le pide el cuerpo cuando la escucha hablar es mandarla a tomar Fanta.]
A lo que voy...
Lo que dice Esperanza Aguirrre, ¿lo dice para influir al conjunto de 'sus' votantes de la sociedad, o es el conjunto de 'sus' votantes de la sociedad el que le pide que haga esa declaración de intenciones? Pienso que es más fuerte la segunda corriente que la primera. ¿Cuántos madrileños quieren que de verdad ocurra eso que está diciendo la Sra. Aguirre? Por supuesto, los suficientes para que esta señora diga eso en medio de un programa de la televisión. Claro, el que odia a Espe, o el que no está ideológicamente alineado con Espe no la va a votar aunque Espe hubiera dicho lo contrario: "vamos a ponerle una casa en la calle Serrano a todos los sin-techo" (modo irónico on). Espe se debe a sus votantes, a sus supporters. Esperanza Aguirre habla para la hinchada conservadora que verá como los simpatizantes de las tribus socialista y podemita la van a poner verde y azul todos estos días. Y eso, el pim-pam-pum del fuego cruzado, va a despertar al electorado conservador, que es lo que necesita Espe, que vayan a votarle para que lo que dicen las encuestas no se cumpla.
Conclusión: Esperanza es una provocadora mendaz, pero detrás de ella hay un grupo poblacional al que le encantaría que hiciera lo que ha dicho que va a hacer. 
Personalmente, la Espe me importa un bledo; tarde o temprano terminará con sus huesos en una institución privada para ricos aquejada de Alzheimer o un similar. Lo que me preocupa es ese conjunto poblacional y el conjunto que se le enfrenta. Muestra el problema irresoluble que llevamos arrastrando desde el siglo pasado y que Goya dejó pintado en un cuadro tiempo atrás. A un sector de la sociedad no se le quitan las ganas de echar al mar y a golpes, para que se ahogue, al otro bando de la sociedad. Esta no es una sociedad de reconciliaciones, sí de cuentas pendientes. El frentismo siempre gana a la construcción de espacios comunes; y la radicalidad a la mesura y la prudencia. ¿Cómo no van a existir políticos como Esperanza Aguirre?