15 de septiembre de 2015

Diatribas a la inteligencia emocional (más bien a su ausencia)

Reflexiones patibularias


C

¡Ay, cómo son¡... 

Los incompetentes emocionales; los kamikazes de la discusión; los insuficientes en la comprensión de los otros; los estrechos de miras; los incapaces de cariño; los derrochadores de ira y de envidia. 

Los ineptos en la empatía; los incapaces en el saber estar; con la expresividad de una roca, con el mismo talento que un liquen para comunicar sus emociones; ausentes aquel día en el que repartieron el sentido común, la cordura y el buen corazón.

Los que solo miran su ego, los que solo hacen caso a su ombligo, para los que solo existen sus propias necesidades; los que no templan sus nervios; los que bajo la piel arde una dermis de violencia latente.

Aquellos que viven presos de sus diablos, encadenados a sus adicciones; aquellos a los que la frustración y el strés empeoran su estulticia; todos esos que no se esfuerzan un ápice en convivir en paz con sus prójimos más cercanos. 

Rácanos del afecto, derrochadores de negatividad, expertos en la coacción y maestros del chantaje emocional; ases en retorcer las cosas, en envenenar las conversaciones.

Los que nunca prestan auxilio, los que ni dan ni piden ayuda, la exigen como si fuera un imperativo de la existencia; como si nadie más que él tuviera tribulaciones y  problemas.

Los que no se hacen responsables de sus actos, tampoco de sus palabras; los que quieren conseguir las cosas mediante pataletas e imposiciones.

Los que se obcecan en la culpa e ignoran las soluciones; centrados en lo negativo en vez de arreglar la tarea; esos campeones en buscar culpables, pero que nunca piden disculpas, ni perdón cuando se equivocan.

Tullidos, impedidos, baldados. Perdidos en el orgullo, absorbidos por la soberbia; ensimismado en su arrogancia, enrocado en la cabezonería más obtusa. 

¡Ay, de esos a los que les falta el corazón a pellizcos¡ ¡Ay de esos que padecen de insuficiencia de inteligencia emocional¡

Reflexiones Patibularias 99

Reflexiones Patibularias

IC

Ya sé que el 99 en número romanos se escribe 'XCIX' pero hoy voy a hacer lo que me dé la gana... ¡estoy rebelde!

- En ocasiones veo lobos. Bueno, eso era cuando era pequeño, quizás ingenuo y sin experiencia. Ahora, en ocasiones dejo de ver lobos. Y es eso, que no los veo, no que no estén ahí a la vuelta de la esquina. Un mundo de lobos. De lobos contra lobos.

Maquinadores y calculadores somos los lobos; siempre tramando y urdiendo. Feroces, con ganas infinitas de hacer daño al otro, incluso de manera preventiva. Algunos se enfadan con Hobbes y lo tachan de esto y aquello por decir lo que dijo. Y a mí me llamarán pesimista. No hay problema. Lo que me enfada es que lleve razón -fíjate.

- Y en ese mundo de lobos, se mueven idealistas -esa gente que al mirarse al espejo no ven al lobo sino al cordero- que siguen pensando y esperando finales felices y no tener que elegir entre malos males. Esto es tan antiguo como la lobunez: defendernos de nuestra propia lobunez. 

- Porque la lobunez nos revienta por dentro. Y nos llena de frustración, lo que nos hace más lobunos todavía. Y piensan algunos que pueden escapar de ella. Ahí nace la utopía. 



PD: Pido perdón al pobre lobo, que no tiene culpa de que alguien cogiera su nombre para estos menesteres.