24 de abril de 2016

Un momento hermenéutico en el cine: la decisión de Katniss.

60.


Es un momento extraño, lo sé. Un momento que decepciona a todos los que esperaban un final perfecto, de esos donde las piezas encajan y se apaciguan los ánimos. Pesimista, calificarán a este final. Pero es un momento de desengaño sólo para todos aquellos que no entienden lo que Katniss Everdeen tiene ante sí. 
Es un momento místico e irracional, dirán algunos. Es un momento totalitario, pesarán otros. Para mi, claramente, es un momento hermenéutico, de una lucidez manifiesta.
Snow es un muerto en vida. Su tiempo se ha agotado, finiquitado queda el horror que procuró a la gente. Sabe que si le dispara, desperdiciará una flecha. La turba enfurecida se encargará de él. Porque toda muchedumbre furibunda necesita un chivo expiatorio al que arrancarle las entrañas. Y éste hizo merecimientos de sobra para ser desmembrado entre horribles sufrimientos.
Entiende, lo comprende, capta el sentido profundo de lo que allí sucede. La cuestión está arriba, sobre el podio: Alma Coin. Lo que Coriolanus Snow hizo por la derecha es lo que la Presidenta Coin está comenzando a hacer por la izquierda. Y allí mismo, durante los próximos 75 años, sus hijos y nietos tendrían que volver a pelear por sus vidas. Esta vez con otra propaganda, con otros panfletos, con otras banderas, con otras propos. El Sinsajo lo vio claro en ese momento. Y es en este kairós, en ese momento justo y exacto, en el que actuó matando a Coin.
Las novelas -y las películas- defienden la tesis de la ingobernabilidad del ser humano. [Claro, ésta, como cualquier tesis puede ser argumentada y rebatida; se le pueden presentar críticas y añadir adhesiones.] Y ese momento final es tan importante porque supone un corolario de todos los argumentos que propone la autora. El problema es vivir en sociedad. Y da lo mismo que sea un criminal de derechas u otro de izquierdas el que ejerza el gobierno, porque en una sociedad de masas, el socialismo es tan temible como el capitalismo. El problema es la vida en gran comunidad, en masa, en enjambre. Allí está el poder, la política, las audiencias, la competencia, los dirigentes, los líderes, la muchedumbre gritando, los uniformes grises y la pelucas de colores, la violencia y las infinitas formas de horror. Y por eso el epílogo sucede en el campo, con Katniss alejada del mundanal ruido, arropada sólo por su núcleo familiar y una pequeña comunidad de allegados. Mientras el ciclo sigue. Ella ha pagado el precio y puede permanecer al margen. Es posible que sus hijos e hijas, sus nietos, no lo hagan. No faltarán a la cita con la historia, el nacimiento de un nuevo Snow, de una nueva Coin. La clave está, así lo veo, en la ejemplaridad del Sinsajo: su irrenunciable individualidad (¡y eso que Katniss no leyó el Zaratustra de Nietzsche!), el no tomar nunca partido por ninguno de los poderes fácticos que se alzan en las sociedades, su misericordia por los verdaderamente necesitados.

14 de abril de 2016

La rueda del odio

Y la rueda echa andar. Un ataque y su respuesta. Una afrenta y su respuesta. Un muerto y su respuesta. El odio y el odio es su respuesta. Ataques y contraataques. La rueda gira y gira y la inercia es cada vez mayor. Y ya no hay quien pare el odio. Porque para parar ese odio tienes que terminar renunciando a lo que eres. Porque el odio se mete tan dentro que termina inoculando tus principios, tus costumbres, lo que entiendes por razón, verdad y justicia. Para parar el odio tienes que voltear todo tu mundo. Y no quedan dragones bajo los cielos capaces de lleva a cabo semejante tarea.

Maestro Mirssa de Boggelund.

11 de abril de 2016

La vigencia del 'Tele5 way of life'.

59.


En el 2010 escribí un post en mi blog que titule 'Tele5 way of life'. Ahora, 6 años después -¡madre cómo pasa el tiempo!- sigue plenamente vigente.
En los últimos tiempos, se acumulan las noticias altisonantes de este medio. No hace mucho, tras el atentado de Bruselas, unos cuantos descerebrados, seguidores de un programa que se emite a la hora del almuerzo, dejaron en las redes sociales unas críticas completamente inaceptables. Hace un par de días hemos sabido que Belén Esteban es superventas de libros, por delante de insignes autores de la lengua patria. Nos hemos quedado alucinados con los sueldos de los colaboradores del programa estrella de la sobremesa. Y el otro día un puñado de indignados se echaron a la calle para protestar y evitar así una supuesta trampa en otro de los programas estrella. Lo kafkiano está tomando tintes trágicos, colocándonos a pique de un repique como sociedad, vistos los niveles de audiencia del primer capítulo de la recién estrenada serie de TV 'La que se avecina'. 
Desde siempre me acompaña la duda de si la tele refleja lo que hay en la sociedad o es la televisión la que manipula a la sociedad. Visto en perspectiva, la que da el tiempo -aunque ocurren las dos cosas a la vez- me reafirmo con más claridad en que es Tele5 la que arroja a la sociedad española grandes dosis de mierda y superficialidad. Esta idea la tengo clara cada vez que sigo escuchando, a lo lejos, el programa de 'Mujeres y hombres y vicerversa'. Que sigue siendo emitido al mediodía. El fuerte de Tele5 nunca ha sido respetar el horario de protección infantil. Me asombraba, entonces, de que llevara ya un año de emisión, ahora son 7: ¡Madre de mi vida! .
El esperpento no tiene fin, ni límites. Sigo pensando lo mismo, viendo cómo los chicos y chicas compiten de mala manera por una pareja. ¿Cómo podemos, ahora, convencer a nuestros hijos e hijas de que estudien y se sacrifiquen por su futuro, que trabajen duro y se esfuercen, si lo que está viendo en la tele es que si se pone dos buenas tetas, o se ponen músculos, puede ir a Tele5 y pegar el pelotazo? Con 'Gran Hermano' ocurre lo mismo, que se ha convertido en trampolín para la fama de centenares de jóvenes españoles. Desde entonces, los jóvenes no quieren ser bomberos, médicos o arquitectos, tampoco toreros o futbolista, quieren ser famosos de Tele5, ir a los bolos en discotecas nocturnas, o enseñar los pechos en el Interview. Y siguen igual los supuestos programas de debate. Que no son de debate, son de chillar y gritar más que el otro. No podemos extrañarnos de lo que pasa en la calle, que la gente llega a las manos. La gente se sienta los fines de semana por la noche a ver como los contertulios se sientan a gritarse y se les queda grabada la idea de que debatir es eso, chillarle al vecino porque piensa diferente. 
Todo eso, y alguna que otra cosa más es lo que da forma al 'Tele5 way of live'. Tele5, con su programación, nos está diciendo que hay una forma de vida distinta. Que hay una manera real y efectiva de llega a la fama, al dinero. Que llegar a la cima es fácil si haces lo que tienes que hacer. Tele5 es fiel reflejo de la sociedad que tenemos. No nos asustemos. Alguna vez habrá que afrontar el problema de frente y dejar de autoengañarnos. Esta sociedad tiene que afrontar, tarde o temprano, las difíciles verdades que nos aguardan. La mierda que sale en Tele5 es la mierda de nuestra sociedad. Es simple, es duro de aceptar. Pero, también, Tele5 sigue tratando de malear esta sociedad, de hacerla a su imagen y semejanza. Sólo haciéndola así podrá mantener su modelo de negocio. Tele5 es una empresa privada cuyo objetivo es ganar dinero. Y tendrán razón. Pero sigo diciendo lo de antaño: ya podían ganar dinero de otra forma.


PD:
Puede leerse al completo en este enlace

9 de abril de 2016

No me lo puedo creer...

58.

¡¡No es posible. No doy crédito. Me froto los ojos. Pero es cierto, ahí está!!

Después de siglos y siglos de metafísica, bien sea religiosa, conservadora, positivista, capitalista, y alguna que otra más. Después de siglos y siglos de tragar con los grandes relatos, con los grandes ideales, con las grandes verdades, y alguna que otra cosa más. Resulta que es la propia izquierda la que nos termina amenazando con una nueva metafísica, una nueva oleada de dogmas, un reparto a su medida de los papeles de buenos y malos; sin la pompa y el boato de los de antes pero cargando las tintas en la escenificación y el postureo.

Ver para creer....

6 de abril de 2016

57.


La vida entera es una cortina de humo. El día a día es el mayor de los encubrimientos. De la muerte. Del fin.

1 de abril de 2016

Cuando uno es tonto, y no para de decir tonterías.

56.



Un número creciente de personas dependen de las nuevas tecnologías, de aparatos cada vez más pequeños, que hacen cada vez más cosas. Dispositivos que llegan con la promesa de conectarnos al mundo entero. 
Sin embargo, lo que aparece tras ese uso masivo no es un nuevo espíritu comunitario y público, sino el refuerzo del ego narcisista, centrado en el sí mismo y todo lo que pueda sacar en provecho propio. 
No es tanto lo que quieres dar –compartir- como lo que quieres recibir, lo que quieres coger, la fama que buscas, el éxito que pretendes, etc. 
El resultado es un enjambre de solitarios expuestos a las miradas de todos, dependientes no de la propia voluntad sino de la tecnología. 
Cada vez son más las cosas que dejamos en manos de la tecnología. Y nadie parece ver que un fallo en cadena de esa tecnología nos pondría en la Edad Media.

Y aquí está el tonto diciendo estas tonterías usando como herramienta la misma tecnología que está criticando. Además, ser catastrofista y apocalíptico no es trending topic. ¡Qué poca gente va a leer este post!