22 de julio de 2017

El Norte. El Recuerdo

92. 

The North Remembers” (*). 
¡Cómo nos gusta una buena venganza! 
¡Cómo las disfrutamos! 
¡Cómo nos regocijamos en ese mal que sufre el otro que detestamos! 
¡Cómo parece resarcirnos del daño que nos infligieron devolviéndoselo con saña infinita! 
Somos el Infierno. Hace tiempo que moramos en él, y tan acostumbrados estamos a vivir dentro que nada fuera de él nos parece siquiera digno.
(*)
Coinciden en el tiempo la emisión de la 7ª temporada de Juego de Tronos y el fallecimiento de Manuel Blesa (por suicidio). El primer capítulo (7x01 Rocadragón, HBO, 16/7/2017) comienza con la tremenda y emocionante venganza que Arya Stark ejecuta contra la familia Frey. Y Blesa estaba envuelto en uno de lo más ominosos casos de corrupción política –y bancaria- de nuestra historia. Un mal tipo que le hizo daño a mucha gente. Lo que las redes sociales han traído a raíz de este tremendo suceso -se han ensañado brutalmente con el tipo- supera a cualquier ficción, por buena e intensa que sea ésta. Y esto, que la realidad supere a la ficción-, no es nuevo.

2 de julio de 2017

Al uno por el otro.

91.

Somos un cuerpo, no lo olvidemos nunca. No somos, solamente, una conciencia nebulosa, una vida interior que piensa y siente. Todos tenemos patrones de conducta, posturas, gestos y expresiones habituales inconscientes; que cuentan un historia, un estado emocional, unos pensamientos. Estos nos delatan frente a otros -sin darnos cuenta, muchas veces-, ya que nadie puede salir de su cuerpo para verse. Es el otro el que detecta los cambios en nuestro cuerpo. Y por el cambio en nuestro cuerpo detecta el cambio en nuestra conciencia. 
Si uno no aprende a conocer su cuerpo -cuando cambian estas conductas, gestos, etc.-, bien nos vendría aprender a conocer cuando el otro detecta nuestros cambios. Evitaríamos malos y embarazoso desencuentros.
Conocer al otro es bueno por el otro mismo. Hay ahí fuera gente maravillosa, mejor que uno mismo. Pero conocer al otro es siempre bueno para uno mismo. Si uno no es capaz de ver la bondad del otro por el otro mismo, bien que podría hacerlo por egoísmo o utilidad propia. Sea como fuere, el otro es esencial para el ego que somos.