2 de julio de 2017

Al uno por el otro.

91.

Somos un cuerpo, no lo olvidemos nunca. No somos, solamente, una conciencia nebulosa, una vida interior que piensa y siente. Todos tenemos patrones de conducta, posturas, gestos y expresiones habituales inconscientes; que cuentan un historia, un estado emocional, unos pensamientos. Estos nos delatan frente a otros -sin darnos cuenta, muchas veces-, ya que nadie puede salir de su cuerpo para verse. Es el otro el que detecta los cambios en nuestro cuerpo. Y por el cambio en nuestro cuerpo detecta el cambio en nuestra conciencia. 
Si uno no aprende a conocer su cuerpo -cuando cambian estas conductas, gestos, etc.-, bien nos vendría aprender a conocer cuando el otro detecta nuestros cambios. Evitaríamos malos y embarazoso desencuentros.
Conocer al otro es bueno por el otro mismo. Hay ahí fuera gente maravillosa, mejor que uno mismo. Pero conocer al otro es siempre bueno para uno mismo. Si uno no es capaz de ver la bondad del otro por el otro mismo, bien que podría hacerlo por egoísmo o utilidad propia. Sea como fuere, el otro es esencial para el ego que somos.